lunes, 4 de marzo de 2024

lunes, 26 de febrero de 2024

¿Cómo suenan los ODS?


 

Exhibición de lujo en El aula suena

 Alejandro Arbués, antiguo alumno del cole hoy nos ha deleitado con su acordeón. Es la viva imagen de la pasión cuando interpreta cualquier obra. Tiene la suerte de ser músico y disfrutar cada día con ello.

Nos ha tocado diferentes partituras mostrando varios registros y géneros musicales.

Los niños y niñas han tenido la posibilidad de hacerle preguntas sobre el instrumento y sus curiosidades, también le han preguntado cuánto tiempo dedica al día y cuándo supo que quería dedicar su vida a la música...

Contar en El aula suena con un músico capaz de transmitir tantas emociones es un lujo. Da gusto encontrarse con alguien que realmente ha encontrado "su elemento" como diría Ken Robinson. ¡Gracias Alejandro!




domingo, 7 de enero de 2024

La Música de la Edad Media en El aula suena.

 Tras investigar la Música de la Edad Antigua, bailar una danza griega, escuchar una de las primeras partituras de la historia de la Humanidad... empezamos con la Edad media.

 


PINCHA EN LA IMAGEN PARA ACCEDER A UN GENIALLY    SOBRE LA MÚSICA EN LA EDAD MEDIA

 

¿Nos convertimos en NEUMAS?
 


 
 
 


 

 ¿Te atreves a completar cada frase en su lugar?

 


 

domingo, 26 de noviembre de 2023

Ludovico Einaudi en El aula suena

 

El pianista italiano Ludovico Einaudi, acompañado de activistas de Greenpeace España,  unió su voz a través de la música en una acción llevada a cabo frente al glaciar Wahlenbergbreen (Noruega), para pedir la declaración de zona protegida del Ártico.

Dijo Ludovico Einaudi desde el barco de Greenpeace, el Arctic Sunrise en 2016 que "Estar aquí ha sido una gran experiencia. He podido ver la pureza y fragilidad de este área con mis propios ojos e interpretar una canción que compuse en el mejor escenario del mundo".

El pianista italiano creó esta pieza especialmente para la ocasión y la interpretó con un piano de cola sobre una plataforma flotante en mitad del océano, con la cual se une a los ocho millones de personas en el mundo que piden la protección del Ártico. 

Ante la ausencia de hielo sobre el mar en el lugar donde estaba prevista la actuación musical de Ludovico por causa del cambio climático, Greenpeace construyó una gran plataforma, que simula un iceberg, elaborado con más de 300 triángulos de madera unidos entre sí, con un peso de casi dos toneladas.  


¿Qué puedes hacer tú para proteger el Medio Ambiente?

domingo, 12 de noviembre de 2023

Joshua Bell en El aula suena. Música de la semana.

 

El experimento del famoso violinista en el metro

El día 12 de enero, a las 7:51 en plena hora punta, el prestigioso violinista Joshua Bell se colocó dentro del metro Washington DC., (E.E.U.U.) y se colocó contra una pared al lado de una papelera. 

Nadie podía reconocerlo a simple vista, pues era un hombre joven blanco con pantalones vaqueros, una camiseta de manga larga y una gorra de béisbol de los Nationals de Washington. En menos de una hora pasaron delante de él más de 1000 personas, la mayoría de ellas con destino a su lugar de trabajo, pues esa parada de metro es una de las más importantes de Washington DC.

De un pequeño maletín, sacó un violín (casualmente, uno de los más valiosos que se hayan fabricado) y astutamente dejó unos pocos dólares y algunas monedas antes de disponerse a tocar. En los siguientes 43 minutos interpretó seis piezas clásicas, no piezas populares sino algunas de las piezas más elegantes que jamás se hayan escrito, obras maestras que han perdurado durante siglos por su brillantez, una música acorde con la grandeza de catedrales y auditorios nacionales. Interpretó las obras con un entusiasmo acrobático, con el cuerpo inclinado hacia la música y el arqueo de puntillas en las notas altas. 

El sonido era casi sinfónico, llegando a todas partes y  la acústica fue sorprendentemente buena.

El músico comenzó su particular concierto con la “Chacona” de Bach, una de las piezas de violín más difíciles de dominar. Muchos lo intentan, pero pocos lo logran, pues es agotadoramente larga -14 minutos- y consiste en su totalidad de una progresión musical que se va repetiendo en docenas de variaciones para crear una arquitectura compleja del sonido.

Tres minutos pasaron antes de que alguien mostrase algún interés. Medio minuto más tarde, Bell recibió su primera donación. Una mujer arrojó un dólar y se marchó. No fue hasta al cabo de un rato que alguien realmente se parase a escuchar lo que tocaba con tranquilidad.

En los tres cuartos de hora que Joshua Bell tocó, tan sólo siete personas dejaron lo que estaban haciendo para escucharle y disfrutar de la actuación, al menos por un minuto salvo una de ellas que le reconoció y se acercó a decirle que le encantaba cómo tocaba y que le había visto en un gran concierto.

Veintisiete dieron dinero, la mayoría de ellos sin detenerse, para alcanzar un total de 32$ y cambio. El resto de transeúntes pasaron de largo sin molestarse si quiera a mirar. Nunca hubo una multitud de espectadores, como el propio Bell esperaba.

“En una sala de música, me enfadaría si alguien tose o si se oye el sonido de un teléfono móvil. Pero aquí, mis expectativas disminuyeron rápidamente. Empecé a apreciar que no existía ningún tipo de reconocimiento, ni siquiera una leve mirada hacia arriba. Estaba extrañamente agradecido cuando alguien lanzó en un dólar en vez del cambio”.

Esto lo dice un hombre que puede cobrar unos 1.000$ por minuto.

Lo más curioso es que tan sólo 3 días antes, Joshua Bell en un concierto llenó el Hall de Boston Symphony, donde los asientos cuestan de 100$ en adelante.

 


 

 

¿Crees que el arte y la música depende del contexto?